La misión militar cubana en Angola se denominó Operación Carlota a propuesta del General de Ejercito Raúl Castro Ruz y en honor a la esclava rebelde del ingenio Triunvirato, protagonista de una de las más grandes sublevaciones de esclavos de Cuba, que tuvo lugar el 5 de noviembre de 1843.
Esta misión constituyó la reencarnación de esta mujer, convertida en fortaleza moral y de justicia para los incansables internacionalistas cubanos, que ofrendaron sus vidas por la liberación de los pueblos africanos y para los que como Gerardo y Fernando, Angola forjó el espíritu de resistencia y lealtad a la patria y a la justicia social, por encima de su propia vida.
«Los protagonistas que con altruismo y generosidad realizaron la proeza en suelo africano, ganaron para siempre el reconocimiento y respeto de sus compatriotas y de todos los que en el mundo admiran la dignidad y la justicia» (General de cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, miembro del Buró Político y viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR)
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El Canario amarillo 
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