Karl Marx fallece en la ciudad de Londres un 14 de marzo pero de 1883, sumido en la más absoluta pobreza y bajo persecución de la burguesía europea.
A 136 años de su muerte es válido reafirmar como en su momento dijera Federico Engels.- «Se ha extinguido una las mentes más brillantes de la época, y de uno de los dirigentes más prominentes del movimiento obrero»
Él y su familia llegaron a Inglaterra en 1849 después de un éxodo por Prusia, Francia y Bélgica, expulsados por los gobiernos reaccionarios de aquellos países.
Así fue como en esta isla del Atlántico Marx le diera vida a su obra más pertinente, «El capital», la cual es el estudio más profundo acerca del funcionamiento del capitalismo.
Marx comenzó a escribir El Capital muchos años después de comenzar sus estudios de Economía Política, aunque ya desde 1844 había criticado la propiedad privada y el trabajo alienado de la sociedad capitalista.
Fue después del Pánico de 1857, primera crisis económica a nivel mundial -que comenzó en Estados Unidos y luego se extendió a Europa y que afectó al Reino Unido, luego que que el gobierno de Lord Palmerston eludiera los requerimientos de la Ley bancaria de Peel (Bank Charter Act) de 1844, que requería la existencia de reservas de oro y plata para respaldar la cantidad de dinero en circulación-, que Marx se sintió obligado a dejar a un lado su incesante investigación y comenzar a redactar lo que llamaba su «Economía».
El capital es un magno tratado en tres volúmenes. El primero se publicó en Hamburgo en 1867. Un siglo y medio después de su publicación, figura entre los libros más traducidos, vendidos y discutidos en la historia de la humanidad. Para aquellos que quieren entender lo que realmente es el capitalismo, y por qué los trabajadores deben luchar por una «forma superior de sociedad cuyo principio fundamental sea el desarrollo pleno y libre de cada individuo», El Capital es hoy más que nunca una lectura simplemente imprescindible.
Pero no hay que confundirse Marx, no fue sólo un gran intelectual que desarrolló teorías que han servido de base para las Ciencias Sociales y Económicas , también fue un revolucionario, un hombre que desde su militancia sintetizó los aprendizajes de la lucha política para convertirlos en una ciencia. Por ello su nombre ha servido para denominar a la teoría y a la práctica revolucionaria de quienes siguiendo su pensamiento se sumaron a la lucha contra la clase capitalista, el marxismo. Nunca eludio su relación con círculos de obreros e intelectuales revolucionarios, todo lo contrario se nutria de ellos en su lucha por la emancipación de la Clase Obrera.
Cuando Marx murió, su inseparable amigo y colaborador, Federico Engels, le anunció al mundo: «Se ha extinguido una las mentes más brillantes de la época, y uno de los dirigentes más prominentes del movimiento obrero». Desde ese momento Engels se comprometió a continuar la obra de Marx tanto teórica como práctica.
El segundo y el tercero tomo de El Capital, fueron publicados por Engels después de la muerte del autor, respectivamente en 1885 y en 1894.
Los restos de quien sin duda pasó a la historia como el representante de la clase obrera mundial descansan en Highgate Cemetery de Londres y su monumento ha sido vandalizados en dos ocasiones este año, en particular e inapropiado gesto de cobardía y forma de protesta ante quien además es considerado el padre del comunismo. Pero también es venerado todo el tiempo por aquellos que no claudican en su lucha contra el capitalismo.
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