Por Jorge Wejebe Cobo, septiembre 30, 2017
Un comando integrado por expertos en ataques acústicos se desplaza por la noche en varios vehículos por la 5ta Avenida de Miramar de La Habana con toneladas de voluminosos equipos a bordos que instalaran en los alrededores de las residencias de diplomáticos estadounidenses para hacerles imposible una vida normal tras los mareos, y desarreglos neurológicos que provocan las ondas de baja frecuencia acústica que reciben.
El grupo puede estar formado por norcoreanos, rusos y cubanos miembros de una célula extremista que tomó forma en los órganos de inteligencia de sus respectivos países y actúan por cuenta propia para hostigar a los estadounidenses en cualquier parte del mundo.
La narración parece la inspiración de un guion clase D de la peor propaganda anti comunista de la Guerra Fría, pero desgraciadamente no es así. Es una de las matrices que estimula la actual campaña mediática llevada por los principales órganos de EEUU sobre los daños auditivos y neurológicos que han sufrido más de 20 diplomáticos estadounidenses de su embajada en La Habana, al parecer desde noviembre de 2016
Además alrededor de 5 diplomáticos canadienses y familiares, según declara su gobierno han sufrido parecidos síntomas aunque declara que los funcionarios cubanos no son sospechosos por estos ataques y que han estado cooperando en la investigación
Cuba desde el inicio colaboró y dio todas las facilidades por la vía diplomática a la investigación del Departamento de Estado y el FBI, sobre la problemática mientras en ese contexto el 23 de mayo, el Departamento de Estado tomó la decisión de que dos diplomáticos cubanos abandonaran el territorio de los Estados Unidos. Ello motivó una protesta del Ministerio de Relaciones Exteriores por esta injustificada e infundada decisión.
En relación a este incidente, senadores de extrema derecha cubano americana ya exigen el cierre de la sede estadounidense en La Habana y la expulsión de los diplomáticos cubanos radicados en Estados Unidos, una vieja aspiración de ese sector desde el arribo del presidente Trump a la Casa Blanca para demoler todos los procesos de normalización entre los dos países iniciados por la anterior administración del presidente Barack Obama.
Y al parecer sus intenciones avanzan, El secretario de Estado de Estados Unidos Rex Tillerson, en declaraciones a CBS, de este domingo 17 de septiembre dijo que la Casa Blanca está sopesando cerrar su embajada en La Habana, después de una serie de inexplicables incidentes que han dañado la salud de los funcionarios norteamericanos y agregó que “El tema está en evaluación” y el cierre de la sede diplomática “está bajo revisión”, afirmó.
Mientras esta noticias y otras que alimentan el huracán de mentiras contra Cuba , el 15 de septiembre se divulgó un cable de la AP que terminó desalojada con intención o sin ella entre las urgencias del desastre pero de ser cierta el gobierno de EEUU le debe por lo menos una disculpa a La Habana.
Continua en.-
Comentarios recientes