Sergio Medina
Un lleno teatro Royal Albert Hall, la noche del 21 de octubre, disfrutó de las delicias de la buena música cubana con un Buena Vista Social Club, que no se pone viejo, y una inigualable Omara Portuondo, que como el vino mientras más añejo o añeja mucho mejor.
Un público entusiasta gozó de lo lindo en ese emblemático y bello teatro londinense, parecía y no se exagera nada, que se estuviera en una plaza de La Habana, en el teatro Carlos Marx o al aire libre o en cualquiera de nuestros bulliciosos países donde el buen Chachachá, ese Danzón Cubano y hasta el Bolero, se siente y se baila.
Es que la buena música no tiene fronteras, ni el idioma es bloqueo para disfrutarla, los bloqueos de nuestra música son otros y lo sabemos y lo sufrimos y más lo sufren sus intérpretes y compositores, pero no el del idioma, otro bloqueo más irracional, que no permite que esa bella música llegue a muchos otros lugares como se merece y tiene que imponerse sobre muchísimos obstáculos.
Increíble ver a una jóven que ya supera los 80 años con una voz como de 20 años y con una sandunga más jóven aún y que gran alegría se siente al verla salir al escenario con su andar lento y sus rítmicos movimientos y elegancia al vestir y un público delirante que parecía la conocía del barrio, como si estuviera en su Cuba.
Y hablando de 20 años, sus “20 años” de María Teresa Vera ,fue algo que Omara entregó con esa delicadeza y voz , solo de las grandes y qué decir de sus “Dos gardenias” de Isolina Carrillo, que londinenses , muchos españoles y de otros países presentes en el teatro disfrutaron con un silencio enigmático.
Claro está en una ciudad de mucha y buena música y conocedores de la calidad, no podía faltar el disfrute de esos músicos de Buena Vista Social Club y donde estuvo presente el recuerdo de Eliades Ochoa( que se reponga rápido ) con “Su cuarto de Tula” ( que cogió candela) y ese otro grande Compay Segundo con su “Chan Chan”, que de “Alto Cedro, paso Macané a Cueto y hasta Mayarí”, vino a parar a Londres, y que hicieron volver a salir a los músicos con aplausos prolongados y sonidos de los tacones que retumbaban en el Albert Hall.
Ya cerca de la media noche, salía de regreso a su hotel esa grande Omara Portuondo y un grupo de fans la esperaba para saludarla y desearle mucha salud.
Ante tantas muestras de cariño , le salio del corazón decir “Por eso yo soy cubana” y seguro continuaría diciendo » Y me muero siendo cubana».
Por cierto su cumpleaños 80 y … es el próximo 29 de octubre.
Felicidades adelantadas Omara y mucha , mucha salud.
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